Os contaré la historia de una relación que empezó hace cuatro años y esperemos que sea una de esas que duran para siempre.

Cultura, costumbres...

En general no chocamos demasiado con su cultura, pero bueno, las diferencias están ahí.
La gente en general nos gustó mucho, cada día teníamos mi hermana y yo la charla pre-dormir que solía consistir en "Viste lo majo que es....y lo que hizó...", cuanto más descubríamos sobre la gente más nos gustaba.

Pero también había cosas con las que chocabamos.

La religión mucha, muchísima. Para mucha gente este puede ser un tema controvertido, pero cuando no tienes nada, tienes que aferrarte al menos a la esperanza y cuando todo a tu alrededor falla y no hay nada a lo que agarrarte, al menos tienes la certeza de que Dios está ahí y siempre te puede echar un cable, en eso es en lo que se basa la vida allí, en tener fé.
Pero no creáis que a los niños se le tiene esperando con los brazos cruzados,sino que también se les inculca que para conseguir las cosas hay que trabajar y duro.

Estamos yendo a misa, esto es sola una pequeña parte del grupo, con la ropa de los domigos (los afortunados a los que alguien les ha comprado ropa de los domingos, otros se conforman con la ropa de todos los días) Aquí estamos con dos polacas que habían ido a conocer el orfanato y a llevarles ayuda, estuvieron durante dos días allí.

Aquí está mi hermana en la misa cantando en Swahilli, teníamos la suerte que se escribe igual que se lee, fue muy divertido.

La misa era interminable: de 9 a 17 horas parando para comer, en inglés y swahilli, toda una experiencia. Como a las cuatro horas hacíamos un poco de ejercicio, una especie de juego para movernos un poco. Aunque por lo que me han contado las misas son interesantes ya que las dedican a cosas importantes para la comunidad: día de los niños, de los ancianos, madres solteras y se preparan los temas de acuerdo a las personas a las que vaya dedicada.