Os contaré la historia de una relación que empezó hace cuatro años y esperemos que sea una de esas que duran para siempre.

Mary Metobo, la fundadora




Es increíble lo que hace esta mujer, a mi me faltan palabras para describirla. Se pasa el día colgada al móvil a sus 60 años, consiguiendo todo lo imposible para las necesidades que tienen los niños, y que básicamente no difieren mucho de las que tienen los niños de aquí, con al diferencia de que aquí, por suerte para nosotros, las tienen cubiertas: comida, educación y super-extra sanidad.

Antes vivía en el orfanato pero ahora vive en Nairobi, más cerca de los posibles donantes, empresas y particulares. Aún así visita continuamente el orfanato.

Es diabetica y se tiene que tratar con insulina, que muchas veces no puede comprar porque se lo gasta todo en los niños. Está siempre con la cabeza llena de preocupaciones. Le llegan niños que no puede acoger por falta de recursos. No sabe qué puede hacer con los niños que acaban su estancia en el orfanato, ya que por ley no pueden estar con más de 18 años y tienen que enfrentarse al mundo, ¡cómo conseguirles un trabajo! pues si es difícil en España que os voy a contar en Kenía.